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lunes, 7 de octubre de 2013

El cuento de nunca acabar



 Y escribió cuentos de princesas hermosas, de cabello largo y resistente como la soga, allá en  altas torres, piedra sobre piedra, sin puertas, sin entradas, a la eterna espera de un caballero sediento de sangre y honor, de los que empuñan espadas que en cada golpe relumbra al fuego... entonces,  todos complacidos dijeron: ¡Qué historias tan hermosas! ¡Sigue escribiendo!

Y escribió cuentos de mujeres solitarias, de ojos oscuros y espesos como la tierra, allá en extensas praderas, salvia sobre crisantemos, sin frutos, sin agua, jugando al escondite perverso frente a hombres de los que alzan las manos vacías de día como guadañas para el heno y de noche, acero tajando la luna... entonces, en voz baja dijeron: ¡Qué historias tan extrañas! ¡Mejor lo dejas!

Y ella decía a quien quisiera escuchar: ¡Pero si es lo mismo, es lo mismo...!

3 comentarios:

  1. ¡Qué historias tan extrañamente hermosas, tan hermosamente extrañas!
    ¡Sigue escribiendo, sigue escribiendo, no pares!

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  2. Inquietante, pero bello...
    ¡Sigue, sigue escribiendo!

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  3. Gracias por darme ánimos, con suerte acabaré tejiendo una loriga de sueños ;)

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