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domingo, 25 de febrero de 2018

El agua oscura del tiempo




Amado mío, qué dulces  transcurrieron los días cuando
tú me llevabas muy lejos y el lenguaje era nuestra barca.
Tú y yo, de los árboles verdes y ocultos, tallamos remos con palabras.
¡Qué  felices viendo en cada letra la sombra de nuestro amor!

Avanzamos remando  sonidos, rompimos los espejos del agua,
y tú formabas olas concéntricas y yo fui  barca, piedra, isla, otro mar.
Ahora que anochece y siento frío alejaré de mi mano el timón.
Así el devenir de los días se deslice como el agua oscura del tiempo.